Estás al borde de los nervios.
Ya no sabes ni que hacer para sentirte mejor.
Has ido al doctor y te ha dicho que no es algo médico sino algo emocional y psicológico.
Y no entiendes lo que te quiere decir el doctor porque tú te sientes mal, pero no estás “loco.”
Tu familia también te ha notado algo deprimido.
Ya no sientes ánimo para hacer las cosas como lo hacías antes.
Hay cosas en tu vida que han cambiado y la motivación ya no es la misma.
Todos te dicen que busques ayuda pero no quieres que la gente piense que estás “loco.”
Le pides ayuda a Dios, pero…
Sientes que Él no te escucha.
Estás acostumbrado a salir adelante por ti solo y por tu familia. Has superado tantas cosas, tantas incertidumbres… y los altos y bajos de estar en un país donde no naciste.
Eres una persona tan fuerte…
¿Cómo es posible que no hayas podido superar esta tormenta mental y emocional por la que estás pasando?
Empiezas a acercarte a tu fe.
Le pides a Dios que por favor te ayude.
Le pides que por favor te saque de esto—que ya no puedes seguir así, te sientes desesperado/a.
Tu familia ha hecho lo posible para ayudarte, pero ellos tampoco saben que hacer porque nada está funcionando.
Sientes que Dios no te ha escuchado porque todavía sigues mal.
Pero lo que no entiendes…
… es que Dios te ha escuchado. Eres tú que no lo ha escuchado a él.
Dios hizo a los doctores para cuando te sintieras mal fueras donde ellos.
Hizo a los dentistas para cuando te doliera una muela fueras donde ellos.
Hizo a los mecánicos para cuando se dañara tu carro fueras donde ellos.
Y Dios hizo a los terapeutas para que cuando te sintieras nervioso, triste, angustiado, ansioso, desesperado, decaído, etc., etc., etc., pudieras venir donde nosotros.
Los tiempos han cambiado.
Es hora de dejar el estigma de la salud mental atrás.
Venimos de una cultura que es muy rica en sus valores y costumbres, pero como todas las culturas que hay en el mundo, ninguna es perfecta.
Es tiempo de saber que lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos (incluso por nuestra familia) es buscar ayuda cuando la necesitamos con la misma naturalidad que vamos al doctor, al dentista o al mecánico.
Eso no quiere decir que sea una persona “débil” o que sea una persona “loca,” etc.
Es natural que tengas preguntas…
¿Qué es la Terapia?
La terapia es el lugar donde las personas que no se sienten bien ni emocional ni mentalmente pueden venir a platicar de lo que les está pasando…
… de sus síntomas, sus problemas, sus preocupaciones, sus dificultades…
… para así empezar a trabajar en aliviar esos síntomas, tomar las riendas de su vida y así empezar a vivir una mejor vida.
¿Cómo sucede esto?
El paso más importante para que una terapia funcione tiene que ver con la relación paciente-terapeuta.
Es importante que el paciente o cliente como muchas veces también solemos llamarlo sea una donde ambas partes se sientan cómodas trabajando el uno con el otro.
Entonces lo/la invito a que empiece a ver la terapia como un trabajo de equipo con el objetivo de ayudarlo/a a usted a mejorar su situación y su calidad de vida.
¿Cómo es nuestra primera cita?
La primera cita es para hablar de lo que le está pasando y para empezar a establecer una relación paciente-terapeuta. Es importante que usted se sienta cómodo/a conmigo para que pueda tener la confianza de empezar hablar de sus problemas y de lo que le sucede.
Mi misión siempre es mostrarme como lo que soy: una persona genuina y profesional que está muy enfocada en su bienestar y en que usted se sienta lo más cómodo/a posible.
El respeto es clave y yo entenderé si hay algo de lo cual usted no se siente listo/a para hablar en esa primera cita. No hay ningún problema. Yo lo entenderé perfectamente y le daré el tiempo que necesita para hablarlo en un futuro cuando se sienta más cómodo/a.
Sobre Mí
¡Hola! Mi nombre es Liliana Londoño…
Nací en Sudamérica y crecí desde una temprana edad en Los Ángeles, California.
El español fue mi primer idioma; en mi casa siempre se habló el español.
Mi familia siempre me enseñó lo importante que era y que es mantener nuestro idioma, nuestras costumbres y nuestras raíces.
A lo largo de mi carrera…
Nunca he dejado de trabajar con pacientes latinos—no solamente porque tengo un gran entendimiento de nuestra cultura sino también porque entiendo lo importante que es para nuestra comunidad poderse expresar en nuestro idioma español.
Mi especialización es trabajar con personas que estén padeciendo de nervios, ansiedad, estrés o depresión, para nombrar algunos cuantos. Mi enfoque terapéutico consiste en ayudar a mis pacientes a hacer los cambios que lo van ayudar a sentirse mejor y a vivir mejor.
Cada individuo es único.
Entonces, yo adopto nuestras terapias a sus necesidades. Aparte de las técnicas psicológicas que implementó en nuestras sesiones, también estoy abierta a que practiquemos la espiritualidad a través de una oración si esto es importante para usted.
También trabajo con esos Latinos que son estadounidenses, que hablan perfectamente el inglés pero que prefieren tener a una terapeuta de su misma cultura.
Estos servicios son solamente para adultos individuales. No trabajo con menores de edad ni con parejas. No acepto aseguranzas. El pago es por medio de Zelle o efectivo/cash. Nuestras citas son virtuales por medio de video a través de un link confidencial y seguro que yo le envió a su correo electrónico o a su celular.
No se niegue el derecho de sentirse mejor.
Todos en algún momento de nuestra vida hemos necesitado ayuda o vamos a necesitar ayuda. Como Latinos, nos gusta ayudar a los demás. Entonces, ¿por qué es tan difícil ayudarse a sí mismo cuando se trata de buscar ayuda psicológica?
Es hora de entender que la terapia es para todos y es un privilegio que todos deben darse en el momento en que la necesiten.
Le invito a que empiece a vivir lo mejor de los dos mundos conservando las cosas de nuestra cultura que son tan especiales y únicas… y a dejar atrás esas cosas que ya no le sirvan sino todo lo contrario lo/la limitan.
Dese la oportunidad de mejorar y empezar a tener una mejor vida.
Es para mí un honor poner mis servicios a su disponibilidad. Llámame o escríbeme para una consulta gratis de 15 minutos donde podamos conversar y aclarar cualquier pregunta o duda que tenga.